Cuando el dolor llega
A
lo
largo
de
la
vida,
el
dolor
nos
alcanza.
No
importa
cuanto
nos
esforcemos
por
escapar,
no
existe
prevención
posible.
Las
pérdidas,
los
duelos,
los
fracasos,
pueden
llegar
sin
que
los
busquemos.
El tiempo y la madurez nos enseñan a manejar el dolor y la
angustia.
Es bueno compartir aquellas estrategias que nos alivian
cuando la vida se torna dolorosa:
no rechazar los abrazo;
perder la verguenza a que se note la tristeza en nuestra mirada;
no esconder el
miedo;
tararear una canción de la infancia;
volver a dormir con un
oso de peluche si es necesario;
Ana Cecilia, verano 2011 en Blancarena |
mirar cómo juegan los niños;
jugar con los niños;
leer
salmos y memorizarlos;
comprar un libro que nos gusta;
retomar un
hobby;
adoptar una mascota;
comprar flores;
visitar a un amigo con cuyo silencio nos
sintamos cómodos;
llorar cada vez que tengamos ganas;
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Julia, verano 2011 en Blancarena |
pasar tiempo
mirando el mar o el horizonte;
cantar nuestro himno favorito
y dormirnos cada noche imaginando que Dios vela nuestro sueño.
(abril,
2005)
Muy lindas paòabras, te felicito silvina...cuidate
ResponderEliminarQue lindo Silvina porqué no escribis un libro?? Te iría super bien. Inspiradoras tus palabras.
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