sábado, 25 de abril de 2015


Gracias por las tardes de mate en familia.
Gracias por los programas de radio.
Gracias por mis sobrinos, los propios y los prestados.
Gracias por los libros.
Gracias por el mal que recibo sin merecer, porque equilibra el bien que también recibo sin motivo.

Brasil, hace mil años...
Gracias porque en estos 36 años te sentaste a mi lado, con paciencia y en silencio, cada vez que no pude caminar en Tu Presencia